Con motivo de la festividad del santo patrono de Cataluña, sant Jordi, se abre al público el día 23 de abril, el Palau de la Generalitat, sede del Gobierno de Catalunya desde el año 1403. 
La fachada principal da a la plaza de Sant Jaume, verdadero centro político de la ciudad al abrirse allí también la fachada del Ayuntamiento. Esta fachada es de época renacentista y fue diseñada por Pere Blay (1596-1602) tom
ando como modelo los palacios romanos del Renacimiento.
Fue modificada en el siglo XVIII al convertirse las ventanas de la planta noble en balcones, también remodelados posteriormente.
A la derecha de la fachada principal, en al calle del Bisbe, encontramos la portada del edificio medieval, construida por Marc Safont entre 1416 y 1418. En esta portada de estilo gótico flamígero se encuentra el famoso Sant Jordi de Pere Joan.
Marc Safont también es el encargado de la capilla de Sant Jordi, con una sensacional fachada decorada con un amplio número de sinuosas molduras para convertirse en uno de los más interesantes ejemplos del gótico flamígero peninsular.
Otro de los elementos más interesantes del palacio es el patio central, obra también de Safont, un elegante ejemplo de estilo gótico tardío.
Destacan la esbeltez de los pilares de la galería, las gárgolas, los pináculos, los numerosos relieves esculturados y la escalera adosada a uno de sus lados en la que se sigue el modelo del palacio del rey Martín V en Poblet al señalar la línea de escalones y las esbeltas columnillas del piso superior, donde se encuentra el acceso a la capilla anteriormente citada.
En el interior del palacio destaca el Salón de Sant Jordí, obra de Pere Blai; sala principal del Palau de la Generalitat. Fue diseñado como nueva Capilla del Palau, función que ejerció hasta 1714.
El salón responde al tipo de templo de tres naves, cubiertas con distintas bóvedas de ladrillo al estilo catalán.
Cerca de la cabecera, se abre el vacío de una gran cúpula de planta ovalada, visible desde la plaza, que ilumina la sala con una linterna de coronamiento.
En el Patio de los Naranjos, observamos la mezcla de estilos gótico y renacentistas típicos de la época de transición entre los siglos XV y XVI; se comunica con la residencia presidencial de la Casa de los Canónigos, a través del puente neogótico que se construyó en 1928.
También se puede ver y escuchar el Carillón del Palau de la Generalitat. Este singular instrumento musical Tiene 49 campanas que pesan 4.898 kilos. Se hace sonar, manualmente, dos veces por día y en temporada de conciertos.
Por último destaca el Saló
n Dorado, situado debajo de la Torre del Reloj.
El salón destaca por el espectacular techo artesonado, que contrasta con la gran pintura de Antoni Tàpies –alegoría de las cuatro grandes crónicas de la historia medieval catalana–, enlazando el pasado histórico y la modernidad.
Al final de la visita al Palau de la Generalitat, se sale por la puerta principal que da a la Plaza Sant Jaume. Por esta puerta solo acceden normalmente el presidente, los miembros del Gobierno y las diferentes personalidades que son recibidas en audiencia o asisten a actos institucionales.
ando como modelo los palacios romanos del Renacimiento. Fue modificada en el siglo XVIII al convertirse las ventanas de la planta noble en balcones, también remodelados posteriormente.
A la derecha de la fachada principal, en al calle del Bisbe, encontramos la portada del edificio medieval, construida por Marc Safont entre 1416 y 1418. En esta portada de estilo gótico flamígero se encuentra el famoso Sant Jordi de Pere Joan.
Marc Safont también es el encargado de la capilla de Sant Jordi, con una sensacional fachada decorada con un amplio número de sinuosas molduras para convertirse en uno de los más interesantes ejemplos del gótico flamígero peninsular.
Otro de los elementos más interesantes del palacio es el patio central, obra también de Safont, un elegante ejemplo de estilo gótico tardío.
Destacan la esbeltez de los pilares de la galería, las gárgolas, los pináculos, los numerosos relieves esculturados y la escalera adosada a uno de sus lados en la que se sigue el modelo del palacio del rey Martín V en Poblet al señalar la línea de escalones y las esbeltas columnillas del piso superior, donde se encuentra el acceso a la capilla anteriormente citada.
En el interior del palacio destaca el Salón de Sant Jordí, obra de Pere Blai; sala principal del Palau de la Generalitat. Fue diseñado como nueva Capilla del Palau, función que ejerció hasta 1714.
El salón responde al tipo de templo de tres naves, cubiertas con distintas bóvedas de ladrillo al estilo catalán.
En el Patio de los Naranjos, observamos la mezcla de estilos gótico y renacentistas típicos de la época de transición entre los siglos XV y XVI; se comunica con la residencia presidencial de la Casa de los Canónigos, a través del puente neogótico que se construyó en 1928.
También se puede ver y escuchar el Carillón del Palau de la Generalitat. Este singular instrumento musical Tiene 49 campanas que pesan 4.898 kilos. Se hace sonar, manualmente, dos veces por día y en temporada de conciertos.
Por último destaca el Saló
n Dorado, situado debajo de la Torre del Reloj. El salón destaca por el espectacular techo artesonado, que contrasta con la gran pintura de Antoni Tàpies –alegoría de las cuatro grandes crónicas de la historia medieval catalana–, enlazando el pasado histórico y la modernidad.
Al final de la visita al Palau de la Generalitat, se sale por la puerta principal que da a la Plaza Sant Jaume. Por esta puerta solo acceden normalmente el presidente, los miembros del Gobierno y las diferentes personalidades que son recibidas en audiencia o asisten a actos institucionales.
Hay que recordar que en la planta baja del Patio Gothia se encuentran las paradas de rosas de diversas entidades de carácter benéfico, y que a las 12 h ya las 18 h habrá concierto de carillón a cargo de la carillonista del Palau, Anna Maria Reverté.
ResponderEliminarEl domingo 1 de mayo a las 12 horas, Anna Maria Reverté ofrece el concierto de carillón titulado “Seixas, Rodrigo, Tàrrega i Granados”.
ResponderEliminarEn el Patio de los Naranjos del Palau de la Generalitat.
Plaza Sant Jaume.