Lo sostienen diez columnas en forma de pata de elefante, todas diferentes, inclinadas hacia fuera y con el capitel sin solución de continuidad con el fuste.
Las bóvedas acaban en el lado opuesto en el talud natural del terreno, formando el conjunto un perfil funicular, una estructura mecánicame
nte perfecta que conduce el peso del viaducto al suelo sin ninguna desviación.
Y también como en el Park Güell, Gaudí no dejó los ladrillos de la obra a la vista. Recubrió las columnas y las bóvedas de ladrillo con piedra rústica del lugar.
Y también como en el Park Güell, Gaudí no dejó los ladrillos de la obra a la vista. Recubrió las columnas y las bóvedas de ladrillo con piedra rústica del lugar.

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