viernes, 7 de agosto de 2009

UN PISO EN LA PEDRERA (CASA MILÀ)

La Pedrera o Casa Milá 1906-1910, fue la última gran obra civil que realizó Gaudí antes de dedicarse por completo a las obras de la Sagrada Familia.
Pere Milà había visto la casa Batlló y quedó entusiasmado por su belleza, así que encargó a Gaudí la realización de una gran casa de pisos de alquiler en su terreno del Paseo de Grácia nº 92.
El piso de época que se puede visitar, está situado en la cuarta planta de la Pedrera. Tiene una superficie total de 569 m2 y ocupa el espacio de dos viviendas: en la primera se presenta una exposición y en la segunda se reconstruye un piso de época, donde se ve cómo vivía la burguesía catalana en un piso de principios de siglo pasado. Las únicas paredes estructurales que hay son las de la escalera.
Gaudí siempre dijo que si algún día el edificio pasaba a ser un hotel no habría ningún problema porqué al carecer de paredes de carga se puede modificar la distribución de los pisos simplemente cambiando de lugar los tabiques o eliminándolos por completo. Para aguantar la fachada se usaron unas jácenas onduladas que se empotran en la piedra y están unidas a biguetas de longitudes variables. El proceso de construcción de la fachada era todo un ritual; primero llegaban las piedras de Garraf o Vilafranca que se dejaban en un solar delante de la obra y se cortaban según la maqueta a escala que se había hecho en el sótano de la obra. Entonces se colocaban en su sitio y allí se retocaban según mandaba Gaudí.
A parte de la fachada ondulante destacan de esta obra su desván y su cubierta. Gaudí construyó una serie de arcos catenáricos de alturas variables según las anchuras de la crugía. Estos arcos sustentan por los lados las paredes de las fachadas exteriores e interiores del desván, y por encima la cubierta escalonada. Esta cubierta es curiosa por estar repleta de chimeneas y respiraderos de extrañas formas.
Las obras se llevaron a cabo entre 1906, año en que Gaudí firmó los primeros planos, hasta finales de diciembre de 1910 pero no se libraron de tener algunos problemas con las instituciones oficiales.
Al cabo de dos años de empezar la construcción el Ayuntamiento ordenó la suspensión de las obras porqué una columna que daba al Paseo excedía lo establecido ocupando un metro de la acera. Gaudí no la quiso rectificar y, ante las amenazas de que se cortaría la columna, dijo que si lo hacían lo respetaría pero pondría una inscripción donde se pudiera leer el motivo. Un año y medio más tarde hubo otra vez problemas pero esta vez con unos voladizos que tampoco respetaban los límites acordados.
En esta ocasión intervino el Jefe de la División 2ª, el arquitecto Plantada, diciendo que no pasaba nada porqué eran faltas temporales para mayor seguridad de los transeuntes. Otros problemas fueron la altura total del edificio, que se superaba en más de cuatro metros, y el volumen total de la edificación, que superaba la oficial en 4.000 metros cuadrados.
El Ayuntamiento ordenó derribar el desván o, en caso contrario, el señor Milà se vería obligado a pagar una multa de 100.000 pesetas, que era casi una quinta parte de lo que había costado la obra. Al final y después de muchas discusiones, se decidió que el edificio era de gran valor artístico y, por tanto, no estaba sujeto a las ordenanzas. Gaudí quedó tan contento que pidió una copia de la acta oficial.
Pero aquí no terminan los problemas. Gaudí había proyectado en la fachada de la Pedrera una figura de la Virgen del Rosario, llena de Gracia protectora del Paseo, flanqueada por los arcángeles San Gabriel y San Miguel, pero nunca se colocó.
Hay dos versiones que explican el porqué: la primera afirmada por Bayó, contratista de la obra, dice que la escultura de la Virgen realizada por el escultor Carles Mani no gustó al señor Milá y no llegó a fundirse en bronce. La otra versión dice que el matrimonio propietario, ante los disturbios ocurridos en la semana del 26 al 30 de julio de 1909 conocida como "Setmana Tràgica", periodo en que se quemaron muchas iglesias de Barcelona, temió que su casa fuera confundida por un convento o una iglesia y prefirió eliminar cualquier símbolo de carácter religioso.
Según esta versión Gaudí estuvo a punto de dejar las obras, cosa que no hizo por las conversaciones que tuvo con un religioso.
Actualmente la Pedrera es propiedad de la entidad financiera Caixa Catalunya, que mantiene abierto al público el piso de época, la cubierta y el desván donde se puede ver una exposición sobre Gaudí y sus obras.
Además, el piso principal lo dedican a sala de exposiciones del Centre Cultural Caixa Catalunya con entrada gratuita.

2 comentarios:

  1. YO VIVO EN BARCELONA25 de marzo de 2011, 3:53

    Exposició gratuita fins el 26 de juni del 2011.
    "L’art del menjar"
    Què tenen en comú Pablo Picasso, Antoni Miralda, Martha Rosler, Miquel Barceló o Antonio López? Doncs que tots ells han tractat alguna vegada en les seves obres temes relacionats amb el menjar i que tots són presents a l’exposició que es pot veure aquesta dies a La Pedrera. I és que aquesta mostra analitza la relació entre art i alimentació a partir d’obres poètiques o sorprenents, de vegades elaborades amb el mateix menjar com a matèria primera. Una exposició que fa venir gana.

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  2. Visita gratis comentada a las exposiciones en catalán de lunes a jueves a las 18 horas y en catalán y castellano los viernes a las 18 horas.

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